miércoles, 13 de agosto de 2008

Preguntas con pocas respuestas

Hay cosas en la vida que surgen como salidas de un sombrero de mago, pequeñeces sí, pero que nadie (o eso creo yo) se pone a reflexionar.

Días atrás, salió el señor Lazcano de poner fin al noticiario, como es ya sabido, deseando venturosas noches, venturosos fines de semana, venturosas fiestas patrias, venturosos sus muertitos, venturoso fin de año e inicio de otro, etc, etc…

Cuando se dirigía a la junta fue captado por su “servilleta”, y unos y unas compañeras de trabajo, toqueteándose el “paquete”, entonces una amable chica (o el Bazuka con el pelo suelto) preguntó ¿por qué se lo tocan?

Aunque los hombres presentes nos hicimos los “es muy él y su pedo”, como echando la piedra para que no se generalizara, el buen David pasó “caniqueando”… Sí con una mano en la bolsa del pantalón, paseando por ahí. ¡Joder! dos en menos 5 minutos.

Como no hay maestrías y doctorados en toqueteo mi reflexión es escasa…

O el miembro honorario en cuestión no es bien enjuagado…
O cual gorila golpeándose el pecho, es un símbolo de masculinidad un tanto involuntaria (ajá, ya le eché la culpa a la naturaleza)…
O simplemente nuestro conductor venía de su cita con el proctólogo.


PD. David siempre lo negó, pero que no se haga, se veía feliz “paseando”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

I love my nipples, y no me los ando toqueteando en la oficina.

Dominga