Espiral inflacionaria

Cuando aumenta el precio de las gasolinas, suben los precios de los productos.

Mi caso es del estilo, pero a la inversa. Como el H. Instituto Mexicano para el que laboro me paga al mes, y casi una semana después de terminado el periodo, me quedo pobre, erizo, paupérrimo, bruja… (Espero lo hayan leído con tono de Adela Micha).

Sí mientras escribo estas líneas mis acciones en la Bolsa del pantalón están a la baja…

Como no tengo un peso no me alcanza para ir al cine con mi “chica ye ye”, optaré por llevarla a caminar a Chapultepec (seguro ella lo entenderá, ajá)

Como no tengo un peso no puedo comer en Big Salad, optaré por comprar una lechuga y morderle cual manzana.

Sin dinero no puedo comprar pan de lujo, osea con media nuez espolvoreada en la tienda de Omar, optaré por comer las moronas de concha que quedan en la cabina después del café del Señor Lazcano.

Como podrán ver la “espiral inflacionaria a la inversa” por la que atravieso es crítica. Se aceptan donaciones a la fundación “Salve a un Reno Desamparado en el Pueblo de Xoco”.

Ya es 4 y aún no me pagan… Dios si lees mi blog “échame la mano corazón”.