Aquí en el H. Cuarto Piso todo se rige por un libro.
No es la Biblia (aunque Omar eso quisiera), no es el Manual de Carreño (nunca andamos de “tacuche”), no es el Manual de Periodismo de Vicente Leñero (ese tal vez sería un mejor periodismo), es el temido por todos, amado por Perdomo: Código de Ética y Manual Práctico de Estilo Radiofónico (jajaja nombre casi igual de largo que el programa deportivo de Tes: Impacto Deportivo, Salud, Cultura Física, Deporte, Ciencias Ocultas, Salud Mental, Herbolaria, Buena Alimentación y Modales).
Este “librejo” manda y domina; ¿quieres ir al baño? ni lo sueñes no dice nada de eso en el código, ¿es tu cumpleaños? nada de tomarte el día o de darte abrazos en público, está prohibido.
Por ahí corre el rumor, que incluso, los “altos mandos” obligaron a firmar años atrás una carta donde todos se comprometían a aprender el código de memoria.
Así es, día a día su servidor es amenazado con frases como “estudia, van a preguntarte el código” o “mañana hay examen del código”…
¿Cuándo terminará la tortura?
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1 comentario:
El libro, la palabra sagrada.
Ese libro es la palabra sagrada, hay que recordar que fue presentado en el marco de la Feria del Libro de Guadalajara, que se vendió en el stand de editorial Pax, que fue motivo de un curso especializado en el cuarto piso y de revisiones constantes.
También hubo una vez una oferta para que todos aportaran ideas, correcciones y sugerencias, hubo tantas como llamadas a Nora Pronovis Yo Tuve.
Los exámenes son útiles, no los denostes, por ejemplo: yo ya sé cuál es la parte más meridional del cuarto piso está entre la cabina de "Stevie Martínez al rancho llegó" y la oficina del "Hard work".
El código de Hípica ha sido citado en obras literarias, ver por ejemplo la "Obra Manga".
Ha sustentado también procesoso jurídicos, presumo yo que al menos 10 extraños extrañamientos.
ha permitido que el SNN sea reconocido al menos en Xoco, al menos en el Imer y en la Ibero como uno de los primeros medios con un Código de Hípica, los demás nos copiaron.
Este libro ha sido también un baluarte para intensos desafíos a los académicos de la lengua, desde él se han impuesto términos como "estadunidense", no es poca cosa.
Aprovecho para recomendar dos títulos editados en El Cuarto Piso:
"La idiotez de los perfecto".
"Maquiavelo visto desde Xoco".
"Quién se ha robado mi Teasser".
"Por qué las mujeres aman a los Productores".
Como Comodoro.
"En defensa del código de hípica"
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