viernes, 5 de febrero de 2010

Ligues, cachondeos y bateos

Quienes ya tenemos pareja de años, perdimos el “mojo” para el arte de ligar.

Seguramente de practicarlo, en nuestro estado más sobrio, la dama en cuestión nos calificaría no menos de “chaquetines”.

Los tiempos han cambiado, todo se renueva, y el conquiste amatorio también.
En breve plática con Jaina (así se llama, no se burlen) amable señorita del Servicio Social, me pedía un consejo sobre el papel del hombre en una cita cinematográfica.

Atónito, su servidor resumió las cuatro horas de cita en: “¿pues quería echar el faje no’?” Así de burdo. Así de primitivo. Sin saber más sobre la nuevas “técnicas de ligue”.

“Échatelo, total, no hay nada que perder, o quieres algo mas con sentimientos”, pregunté.

Y entonces, homenajeando a la gran Carrie Bradshaw pregunto: ¿Será que las nuevas generaciones diferencian entre el sexo y el ligue sentimental?

Quizá en unos 5 años, los jóvenes calenturientos con credencial de elector reluciente, ya ni salgan de manita sudada por los cines, sino que vía Messenger, Twitter, Hi5 o Facebook acuerden una cita sexosa, o en su defecto, una linda comida en pareja.

Quizá los códigos cambien: un SMS significa que sólo quiere faje, dos o más, que siente algo por mí.

A este paso, lo más probable es que un “beso” en aplicación de Facebook, diga más que 12 rosas despampanantes…

¿Ustedes qué opinan?