martes, 12 de mayo de 2009

Cuando te toca, te toca

Odio mi suerte.

Ahí va uno circulando, con todo y tráfico, por Ermita cuando la Meriva dice: “no se tú, pero yo no voy al IMER” y tómala. Se apaga.

En joda pongo las intermitentes, y con el poco impulso, intento orillarme a la orilla. Un re-cabrón me avienta el carro y cuando logro pasar, otro re-cabrón en moto me grita: “¡Órale huevón!”. Joé.

Llamo a Locatel para pedir una grúa y la señito me dice que marque al 066. En ese teléfono nunca me contestaron, pese a que en la patrulla de enfrente estaba pintado con un letrero que decía “EMERGENCIAS”. Joé, de nuevo.

Le pido a un policía un número de grúas. Marco y despierto al gruyero, quien jetonsísimo me dice que llega en 40 minutos. Joé.

55 minutos después llegó. Me llevó a la “mi casa es su casa” y me cobró 300 lucas. Joé y re-joé.

Bueno, ya qué, ahora sí a trabajar. Vámonos en el Tsuru, ahí está sin quehacer. Ya arriba me di cuenta de que se me olvidó el estéreo. ¿Regreso por él? La vida sin música no es vida... ahí voy de regreso a la casa.

De vuelta en el Tsusru, ahora sí listo para irme, JOÉ no arranca, la maldita batería se descargó, “me cago en la concha de la Virgen”, pensé. Ya re-encabronado regresé, una vez más a la casa a dejar las llaves del carro y la chamarra para ahora sí correr al micro.

Cuando te toca, te toca. Joé.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

burgues de peluchin, para que tienes 2 carros si no sirven

Anónimo dijo...

burgues de peluchin, para que tienes 2 carros si no sirven

Emmanuel Alexandro dijo...

jajaja muy loca tu vida heeee jajajaja me rei mucho con el chucho por su casa del diputado ese!!!!