Hambre de buenas noticias

El miércoles por la noche me fui del trabajo y lo último que vi fue una nota en El Universal que anunciaba el robo de un bebé en el Hospital General. El jueves en la mañana los dos noticiaros de televisión matutinos dedicaron más de una hora al tema.

Televisa presentó las primeras imágenes del motel de paso donde encontraron a la bebé, junto con sus captores, Loret entrevistó a la mamá, a la enfermera y a autoridades.

Azteca no mandó reportero, mandó al conductor a hacer el enlace. Ellos, al fin y al cabo especialistas en temas lagrimeros, vendieron la nota con final telenovelezco. Presentaron fotos exclusivas de los delincuentes, y durante todo el tema, en la pantalla aparecía una leyenda que decía “La sangre llama, no dudan que es su hija”.

Independientemente de lo lamentable en la cobertura, el tema “vende” ante la necesidad de la población de obtener buenas noticias. En este caso, en menos de 24 horas atraparon a “los malos” y la bebé se recuperó con bien; los padres felices y contentos.

Cuando los noticiarios sólo hablan de los partidos políticos, y la hueva que causan a la población; del incremento en la delincuencia y la impunidad de la guardería de Hermosillo; que ahora sí le salga algo bien a las autoridades, es un respiro noticioso para la población.