martes, 13 de octubre de 2009

Luz

En estos días donde uno amanece sin luz a la menor provocación, imagine qué escucharían los actores políticos y sociales, claro, si tuvieran energía eléctrica en sus casas…

El presidente Felipe Calderón seguro pondría Luz de Día, de los Enanitos Verdes, por aquello del “Destapa el champagne, apaga las luces…”

Cuando los policías tomaron las instalaciones de Luz y Fuerza en el Distrito Federal, pusieron Leave Before The Lights Come On de los Artic Monkeys, por aquello de “Quick, lets leave, before the lights come on… cos then you don´t have to see what youve done…” (Rápido, vámonos antes de que enciendan las luces… porque así no tendrás que ver lo que has hecho)

Sin duda, Martín Esparza sacó su Ipod, buscó la “F” en artista y se puso Luz y Compañía de Fidel Nadal… “Vos sos mi luz y mi compañía, me diste amor, me diste alegría…”

El secretario de gobernación, Fernando Gómez Mont, se puso “chic” y melosamente escogió Apaga la Luz de Belanova…

Los trabajadores que se enteraron el lunes que los dejaron sin trabajo, lo más seguro es que hayan puesto muy enojados El Mechón. “Mamá, el mechón, préndeme el mechón…”

Los del PRI en todo el país pusieron a Shine a Light de los Rolling Stones, por aquello del “May the good lord shine a light on you…” (Quizá el buen señor haga brillar una luz sobre ti)

Las personas que todavía el lunes preguntaban qué pasó con Luz y Fuerza del Centro, lo más seguro es que sigan con Yuri: “Con el apagón, qué cosa sucede, con el apagón…”

Así pues, escoja la canción que más le convenga o que más le asiente, y si tiene una mejor, pues coméntela en este espacio…

martes, 6 de octubre de 2009

La música es mi radar...

“Cuando la música se acabe, prende las luces…” Dice acertadamente Jim Morrison en una canción de The Doors, pues sin música qué chiste...

Hay quienes lo aseguran como estrategia comercial: “La vida sin música, no es vida”. No se equivocan.

Hace unos días se “determinó” que en el trabajo no podemos escuchar música, bajo el argumento, quizá, de la distracción.

Lo cierto es que a dos días, la medida comienza a sentirse como adicción a la cocaína. No sabes si voltear a ver al compañero de un lado, morderte las uñas, rascarte la cabeza, o peor aún, escuchar tus pensamientos…

Si alguien tiene a bien, llame a la redacción, finja una llamada y póngame al menos por tres minutos canciones como: “Music is my radar”, “Please don´t stop the music”, “Music”, o “When the music is over”…


PD. APIÁDENSE DE ESTE MELÓMANO