jueves, 28 de mayo de 2009

Rechoncho...

Serán los medios y los estereotipos que manejan, será la OMS y sus recomendaciones sobre la salud, o será la ferviente amenaza que me hicieron: “En cuanto vivas con tu chica vas a engordar”...

Sea como sea, me he dispuesto a ser relativamente saludable a la hora de comer.

Karlita Light me ha inculcado la Coca Light, Mayonesa Light, Pan integral y amenaza con poner en el refrigerador Leche Light. Alimentos que no saben muy bien, pero pasan.

Lo que me ha costado, es cenar “confleiks” que saben a arroz a medio cocer, sin azúcar y sin sabor a fruta, creo que se llaman: Special K. ñac¡¡¡

Las medidas se pueden poner más extremas, pues la nutrióloga de Karla ha “recomendado” cocinar con AGUA en vez de aceite, joé¡¡¡¡¡¡¡

Señores, si muero en el intento lleven a mi tumba unos chupacabras, unos sopes marranos, unas tortas de los güeros y por supuesto: una bolsa de pan del Globo.

martes, 26 de mayo de 2009

¿Inclán no discrimina?

Ahora resulta que Rafael Inclán está indignado por una broma a Sammy. No sé mucho de televisión, pero ¿qué no es Rafael Inclán el que salió en “Juntos pero no revueltos”, que recordamos por películas como: “Las golfas” “El mofles y los mecánicos” o “La pulquería”?

Finísimas películas donde seguramente nunca se mofaban de los discapacitados, homosexuales y mujeres.

El show no queda ahí. Que bueno que la Comisión de Derechos Humanos del DF “destape” la discriminación que Televisa hace en sus programas, pero que no manchen, ni es nuevo, ni exclusivo del programa dominical.

Dónde quedan las críticas y las recomendaciones para Facundo, por el trato a Changoleón; para el sexismo de la “Escuelita VIP”, de Jorge Ortiz de Pinedo; y para todos sus comediantes en programas como “La casa de la risa” o “La hora pico”.

Digo, si van a criticar y tratar de evitar la discriminación que lo hagan bien, sino que dejen de hacer más mamarrachadas televisivas tanto organizaciones como artistas.

PD. Por cierto, ya en estas chácharas, vengativamente ahora sí le dirán: Telebizca

viernes, 22 de mayo de 2009

GAY

((Broma de oficinista))

Debido a un reportaje sobre el último vagón del Metro, que su “servitoalla” está preparando, debo confirmar que aquí en el cuarto piso la homosexualidad está a flor de piel. (jejeje frase gay)

Claro, ustedes me conocen y Karlita me avala, pero veo a muchos productores, redactores, investigadores y reporteros que se les anda antojando, como dicen por ahí, “el arroz con popote”.

Que si a Jaimitos le gusta que le “soplen en la nuca”, que al Bazuka le gustan los “tallarines de camarón”, que si a Chucho “le gusta pelona”... Estos muchachos andan jolgoriosos...

Lo cierto es que, aunque ahora todo es más abierto y aceptado, la comunidad LGBTTT continúa enfrentando actos de discriminación.

PD. ¡Nos escribimos luego gosssshhdos!

martes, 19 de mayo de 2009

!Soy papa casada, soy papa casada¡

Señores y señoras, muchos quizá no lo sepan otros sí. Pero a partir de esta semana “Soy papa casada”...

Así que se aceptan felicitaciones o condolencias, según su opinión del caso. No queda más que decir que felizmente "me les fui".




Att. El concubino.

viernes, 15 de mayo de 2009

Como Chucho por su casa...

Este post NO es electoral. No tiene el objetivo de promover al PRD.

Simplemente me llamó la atención una cosa: la familia está ocupada en casa, como cualquier otra familia mexicana. Lavando trastes, platicando, limpiando la casa...



Pero de repente como Chucho por su casa, Jesús Ortega entra con cara de emputado, con actitud de emputado, vestido de negro y con voz ronca dice “buenos días”. No sé ustedes, pero yo, inmediatamente le aviento el plato en la cabeza...

Pinche susto que alguien se meta a tu casa. Pero no, aquí como si nada, “qué pedo Chú, cómo estás...”

Al menos las situaciones deberían ser reales en los spots políticos, ¿qué no?

martes, 12 de mayo de 2009

Cuando te toca, te toca

Odio mi suerte.

Ahí va uno circulando, con todo y tráfico, por Ermita cuando la Meriva dice: “no se tú, pero yo no voy al IMER” y tómala. Se apaga.

En joda pongo las intermitentes, y con el poco impulso, intento orillarme a la orilla. Un re-cabrón me avienta el carro y cuando logro pasar, otro re-cabrón en moto me grita: “¡Órale huevón!”. Joé.

Llamo a Locatel para pedir una grúa y la señito me dice que marque al 066. En ese teléfono nunca me contestaron, pese a que en la patrulla de enfrente estaba pintado con un letrero que decía “EMERGENCIAS”. Joé, de nuevo.

Le pido a un policía un número de grúas. Marco y despierto al gruyero, quien jetonsísimo me dice que llega en 40 minutos. Joé.

55 minutos después llegó. Me llevó a la “mi casa es su casa” y me cobró 300 lucas. Joé y re-joé.

Bueno, ya qué, ahora sí a trabajar. Vámonos en el Tsuru, ahí está sin quehacer. Ya arriba me di cuenta de que se me olvidó el estéreo. ¿Regreso por él? La vida sin música no es vida... ahí voy de regreso a la casa.

De vuelta en el Tsusru, ahora sí listo para irme, JOÉ no arranca, la maldita batería se descargó, “me cago en la concha de la Virgen”, pensé. Ya re-encabronado regresé, una vez más a la casa a dejar las llaves del carro y la chamarra para ahora sí correr al micro.

Cuando te toca, te toca. Joé.

miércoles, 6 de mayo de 2009

FRIKI

Un insomnio moderado me atacó este martes. La TV no se compone mucho por las noches, las mismas caras, los mismos periodistas, los mismos temas: influenza.

Terminó House, como siempre, tenía razón. Apagué la televisión y conecté el celular para que se cargara. La luz que indica que “la cháchara” se está cargando nunca me deja dormir, así que pongo el celular cara abajo.

Dormí.

Usualmente el teléfono vibra, con llamada y con mensaje. Como estaba conectado, sonó. Sonó una, dos, tres veces. Desperté y pensé que era la alarma, que era hora de comenzar el día: bicicleta, baño, desayuno, discos a la mochila y a trabajar.

En la penumbra y amodorrado abrí el teléfono para “posponer alarma”. Nunca encontré el botón porque se trataba de una llamada. Acerqué el aparato y alcancé a decir “bueno” más dormido que despierto.

Al otro lado una mujer dijo algo que, por la modorra, no alcancé a escuchar bien. Repetí “hola”, “bueno”. Ella continuaba diciendo algo y al cabo de 18 segundos colgó. Eran las 2:10 de la mañana.

Eso duró la llamada, lo verifiqué cuando observé de qué número me habían llamado. No conozco el número. El incidente reavivó mi insomnio.

¿Quién era? Karla. No, no llamaría a esa hora, salvo por una emergencia. ¿Mamá, tías, amigas, un secuestro simulado, un número equivocado? En la soledad de la noche la mente divaga.

Dormí

La verdadera alarma sonó y lo primero que hice fue volver a revisar el número. Sacudí las lagañas y me levanté. El vago recuerdo de la voz femenina me acompañó al trabajo, intenté recordar qué decía. No tuve éxito.

Pasadas las 12, ya en el trabajo, me decidí a llamar al número. Domicilio particular:

“A dónde habló”, dije.
“Con quién quiere hablar”, responden.
“Quién habla”, insisto.
“Con quién quiere hablar”, me dice una chica con voz tímida y dudosa, que casi estoy seguro se dedica a hacer la limpieza de ese hogar.
“En la mañana me marcaron de este teléfono y quiero verificar quién me llamó”, dije.
“Nadie marcó señor, nadie ha marcado”. Colgó.

¿Friki no?

lunes, 4 de mayo de 2009

¿El tapabocas matará al zarape?

Cuando termine la crisis sanitaria en México, el país no será igual.

Quizá el turismo tenga que ser el doble de atractivo para mitigar el virus.
Quizá la investigación ahora sí obtenga ayuda.
Quizá haya más racismo en el exterior en contra los mexicanos.
Quizá haya más racismo en el país en contra los chilangos.
Quizá las únicas empresas sin pérdidas serán los de tapabocas, geles antibacteriales y productos para desinfectar.
Quizá la gente siga con la idea de que todo fue un invento del G7.
Quizá las primarias públicas, por fin, cuenten con un dispensador de jabón.
Quizá los microbuseros ya no se piquen la nariz antes de darte el cambio.
Quizá haya una multa para todos aquellos que escupan en la calle.
Quizá cambie nuestra imagen en el exterior...

¿Adiós al sombrero, el zarape, los huaraches y el cactus? ¿Bienvenido el cubreboca, las máscaras de luchador y los estornudos?

viernes, 1 de mayo de 2009

El Diploma...

Cuando terminé la preparatoria, mi familia dijo que lo celebráramos con fiesta. Si mal no recuerdo, querían hasta pollo con mole y codito frío.

Cuando terminé la universidad (terminé más no titulé) nos dieron un diploma. Mi familia quería enmarcarlo y colgarlo en la sala de la casa, por obvias ñoñeses no los dejé.

Cuando les enseñé mi “licencia” de locución expedida por la SEP, ¡también querían colgarla!

Así que he decidido darles gusto. He aquí el diploma y certificado que colgaré en mi sala, para que cada que lleguen estén orgullosos de su hijo. Mi diploma del Kinder "Policromías".